Una explosión junto al aeropuerto de Kabul y otra en un hotel cercano, seguida de una balacera, causaron la muerte de 11 marines y un médico militar, además de varias decenas de heridos, informó el Pentágono, que considera que pueden producirse nuevos atentados.
El ataque también dejó 60 afganos fallecieron y otros 143 heridos como consecuencia del impacto de los estallidos.
La doble explosión ocurrió apenas unas horas después de que Estados Unidos y sus aliados en Afganistán advirtiesen de la amenaza inminente de ataques terroristas durante la evacuación de sus tropas y de refugiados afganos.
Según explicó en una rueda de prensa el general Kenneth F. McKenzie Jr. del mando central de Estados Unidos, dos terroristas suicidas y un grupo de hombres armados atacaron por la tarde (hora local) la llamada puerta Abbey Gate, donde se concentran a diario cientos de personas que tratan de acceder al aeropuerto, y el Hotel Baron, situado a poca distancia.
“Tenemos otras amenazas activas contra el aeródromo”, dijo el general McKenzie, quien atribuyó el ataque al grupo Estado Islámico (ISIS), cuyo brazo en Afganistán es mucho más radical que los talibanes.
Medios locales informaron de varias explosiones registradas a lo largo de la noche, pero no han sido confirmadas oficialmente.