El segundo capítulo de la historia de amor de Ben Affleck y Jennifer López está siendo ligeramente más discreto y llevadero que la mediática relación en la que ambos se embarcaron entre los años 2002 y 2004.
Con más experiencia y madurez sobre sus espaldas, las dos estrellas de Hollywood parecen estar gestionando mejor el interés de la prensa y la opinión pública, canalizada esta última a través de las redes sociales, que hace 20 años.
Sin embargo, y como se desprende de su última entrevista, Ben Affleck fue especialmente cuidadoso a la hora de dar rienda suelta a su amor por Jennifer, hasta el punto de que ahora confesó que tuvo que reflexionar largo y tendido sobre la idea de volver o no con la cantante a fin de proteger a sus tres hijos.
Antes de dar el paso y apostar por la reconciliación, el actor quiso asegurarse de que Violet, Seraphina y Samuel, los tres retoños que comparte con su exmujer, Jennifer Garner, veían con buenos ojos la nueva relación de su padre y de que no se verían negativamente afectados por las habladurías que, tarde o temprano, surgirían a cuenta de este asunto.
“Mira, la responsabilidad que tengo para con mis hijos es la más importante de todas, por lo que no haría nada que pudiera ser destructivo o doloroso para ellos”, aseguró.
“Dicho esto, soy consciente de que mi vida siempre les va a afectar. El otro día llevé a mi hijo al colegio y él es el único que no tiene problema en hablar de todo esto [en referencia a su condición de famoso]. Tiene nueve años y en su colegio hay varios niños mayores que me reconocen. Y mi hijo me mira y me dice: Bienvenido a mi vida”, agregó.
Entre otras cosas, fue ahí donde también Ben habló con franqueza sobre el matrimonio y la adicción, sin esquivar temas delicados o aspectos muy íntimos de su vida privada, pues presentó su relación con Garner como una historia con contornos familiares.
Dijo que si no se hubiera separado de ella, probablemente seguiría bebiendo hoy en día. Además, contó que si hubieran permanecido juntos, habrían terminado haciéndose la vida imposible el uno al otro.