El jueves por la noche Brian Durham, de 16 años, y empleado desde hace cuatro meses de la tienda de hamburguesas Wendy’s recibió un disparo en la cabeza por parte de un cliente.
El cliente acudió a la tienda ubicada en Arizona y perdió los estribos después de que se enteró de que su comida no tenía salsa de barbacoa.
Los hechos que se registraron alrededor de las 20:00 horas provocaron que los clientes del lugar salieran corriendo, otros más se escondieran y los empleados que aún estaban laborando empezaran a hacer llamadas al 911.
El cliente, al ver el resultado de su arranque huyó del lugar, sin embargo, fue arrestado el viernes y fue identificado como Theotis Polk, de 27 años.
La policía indicó que el jovencito, quien estaba trabajando en ese momento, no estaba involucrado en el enfrentamiento.
“Mi hijo se quedó callado y tenía el cambio del tipo en la mano. Él simplemente se quedó callado mientras los otros dos estaban en confrontación”, dijo Brian Durham, padre de la víctima al medio antes mencionado.
Pese a que el joven recibió un disparo que bien pudo ser mortal, se encuentra vivo y recuperándose en un hospital de la localidad, en espera de que pueda ser dado de alta en los próximos días.
“Sí, esto fue un milagro hoy, porque se supone que mi hijo no debe estar de pie. Si hubiera cambiado dos segundos a la izquierda, tal vez uno, se habría ido”, contó un tanto consternado el señor Durham.
Hasta el momento se desconoce cuál será el castigo que el hombre de 27 años recibirá después de la agresión que sufrió el empleado de Wendy’s.