A Kanye West no le ha gustado nada que la prensa estadounidense, y la de muchos otros países, miren con lupa el desarrollo de su relación sentimental con Julia Fox, o que su ex, Kim Kardashian, le impidiera recientemente entrar en su antigua casa compartida a fin de pasar un rato con sus cuatro hijos: North, Saint, Chicago y Psalm.
Como se desprende de su última aparición radiofónica, en el podcast ‘Hollywood Unlocked’, el rapero tampoco recibió precisamente con entusiasmo que tanto Kim como notables miembros de su familia, su madre Kris Jenner y su hermana Khloé, aparecieran hace ya unos meses para bromear, entre otras cosas, sobre el tercer matrimonio fallido de la celebridad.
Sin embargo, parece que Kanye pasará por alto todos estos golpes siempre que su familia política no meta a sus hijos en esta especie de guerra fría que empieza a calentarse.
A su juicio, el clan sería responsable, gracias a una estrategia premeditada de boicot, de la imagen tan negativa que Ye habría proyectado últimamente en los medios de comunicación.
“Pueden ir a ‘SNL’ y hacer todas las bromas que quieran. Pueden plantar historias sobre quien sea la persona con la que esté saliendo. Pueden bloquear acuerdos y ese tipo de cosas”, comenzó a relatar Kanye West antes de lanzar un serio aviso: uno relacionado con la batalla judicial que no dudará en presentar si se atreven a intentar dañar el estrecho vínculo que le une a sus niños.
“Se los diré muy claro: ‘No metan a mis hijos en esto’. Quien quiera que sea aquel para el que trabajen, quien quiera que sea aquel para el que la familia trabaja. Se los digo ahora mismo: no jueguen con mis hijos. Les aseguro que entraremos en temas legales”, aseveró el también diseñador, quien tampoco entiende por qué se ha criticado tanto su decisión de adquirir una nueva casa justo en frente de la mansión que antes compartía con Kim y su familia.