Una joven de 22 años de Texas, que se desempeñaba como paseadora de perros quedó con el rostro desfigurado luego de que dos canes se abalanzaran sobre ella en un ataque “sediento de sangre” señala una demanda civil, en la que también se indica que los perros le arrancaron y se comieron las orejas y la mayor parte de la cara debajo de los ojos.
A la estudiante universitaria Jacqueline Claire Durand, de 22 años, de Coppell, le cambió la vida por completo el pasado 23 de diciembre cuando llegó a una casa para pasear a Lucy, una mestiza de pastor alemán, y a Bender, un pitbull mestizo.
Según la demanda presentada el martes en el condado de Dallas, los animales no estaban en las perreras y cuando la joven abrió la puerta corrieron hacia ella, atacándola violentamente.
“Los perros hicieron perder el equilibrio a Jacqueline, lo que provocó que se cayera y dejara caer su teléfono celular. Luego, los perros atacaron violentamente su cabeza y rostro, mutilándola catastróficamente. Los perros eran tan violentos y sedientos de sangre que le quitaron toda la ropa a Jacqueline, incluidos sus jeans azules”, señala el documento
En la demanda se señala que los perros arrancaron y se comieron las orejas de la joven y la mayor parte de la cara debajo de los ojos. Añade que Durand se ha sometido a múltiples operaciones desde el ataque.
Además, se alega negligencia y responsabilidad por parte de los dueños de los perros, Ashley Jo Bishop y el Dr. Justin Avery Bishop. También los nombra como demandados en su calidad de fideicomisarios en un fideicomiso familiar.
La demanda detalla que el día del ataque fue la primera vez que se contrató a Durand para pasear a los animales, aunque ya había conocido a los perros cuando discutió el trabajo con Ashley Bisho; agrega que los acusados también sabían que sus perros eran agresivos con las personas que se acercaban a la puerta principal
La demanda citó un letrero en la entrada de la casa de los obispos que decía: “Perros locos. Por favor, no toques ni toques el timbre. Llame o envíe un mensaje de texto en su lugar”. El letrero también instó a los visitantes a dejar los paquetes junto a la puerta.
Tras el ataque, los canes fueron capturados y puestos al cuidado de la ciudad de Coppell antes de que un juez municipal decidiera este mes que ambos animales debían ser sacrificados. No obstante, los abogados de la víctima apelaron la orden del juez de darles tiempo para inspeccionar a los animales.
La joven, cuyo rostro nunca volverá a ser el mismo, busca un juicio con jurado y una compensación de más de $1 millón.