Difícil, así ha sido para el mexicano Julio César Chávez ver a sus hijos, Julio César Chávez Jr. y Omar Chávez, subirse al ring para enfrentar a un oponente. De hecho, en junio del año pasado confesó que ha estado muy cerca de sufrir ataques al corazón.
“La ilusión de ellos siempre era llegar a ser como su padre. Les di la oportunidad, pero desafortunadamente han sido muchos corajes. No me ha dado un infarto porque Dios es grande. Mi coraje es que sean muy irresponsables”, declaró el Gran Campeón para el programa Box Azteca.
Chávez afirmó que, en un principio, no quería que sus hijos siguieran su ejemplo en el boxeo. No obstante, le fue imposible impedirlo, en vista de que ellos crecieron viéndolo pelear. Y eso que su relación con el Junior y Omar no es la más estable.
“Desde que tengo uso de razón les he puesto los guantes a Julio y Omar. Lógicamente, yo no quería que ellos fueran boxeadores; pero ellos me lo fueron pidiendo de una forma que no podía negarme; porque siempre me vieron pelear”, comentó la leyenda, previo a su combate de exhibición contra Héctor “Macho” Camacho Jr.
Del mismo modo, hizo mención a los problemas de adicción en los que han estado involucrados sus hijos. Dijo que Chávez Jr. consumía más drogas que sus otros hermanos, les quitaba las novias e, inclusive, llegó a pegarle a su mamá.