La comunidad de Houston, Texas, está conmocionada por el asesinato de un abuelo y sus cuatro nietos, víctimas de un recluso que logró escapar de prisión y luego fue abatido por la Policía.
Las víctimas son Mark Collins, de 66 años, los hermanos Waylon, de 18, Carson, de 16 y Hudson, de 11, y su primo Bryson, también de 11 años, indican los reportes.
“Lo que le pasó a la familia Collins es inexplicable”, expresó el alguacil del condado de Harris, David Crain.
Las víctimas visitaban un rancho en Centerville, a unas 100 millas de Houston, cuando fueron atacados por Gonzalo López, a quien se señala como miembro de la mafia mexicana.
“Mark era un esposo, padre y abuelo muy activo que amaba mucho a sus nietos y le encantaba pasar tiempo con ellos al aire libre”, dijo Steve Bezner, el pastor de la familia. “Todos los niños estaban involucrados en una variedad de actividades comunitarias: fútbol, béisbol, fútbol”.
El recluso había escapado de sus custodios cuando era trasladado a un hospital, robó una camioneta y logró huir hace tres semanas.