Según los reportes de un medio británico, el hermano menor del rey Carlos III todavía tenía una pequeña esperanza de volver a conseguir todos los títulos que le quitaron por “abuso sexual”.
El carácter de Carlos III es firme y determinado, incluso desde antes de que accediera al trono, cuando el final de Isabel II ya se veía venir. Lo demuestra la tensa reunión que mantuvo con su hermano menor Andrés de 62 años, en la que le informó de que jamás volvería a ejercer ningún acto institucional de la Corona.
Fue la longeva monarca quien le quitó sus títulos y deberes reales a raíz del escándalo Epstein en el que se vio involucrado y acusado de un presunto delito de abusos sexuales a una menor. Aun así, parece que el Duque de York confiaba en que eso cambiara con el tiempo.
El hecho de que llegara un acuerdo económico con su víctima Virginia Giuffre, y evitara el juicio creyó que limpiaría un poco su nombre, pero no es así. El Duque de York considera que “aún puede ser valioso como miembro activo de la Corona”, ha afirmado una fuente en el periódico británico Daily Mail. Sin embargo, el actual jefe de Estado no lo considera así y hace unos meses acabó con toda esperanza de su hermano de redimirse.
La reunión fue tensa y emocional, según explica el citado medio. Andrés se quedó muy sorprendido, “en shock y lloroso” por el contenido de esta charla, que tuvo ligar en la finca Birkhall, propiedad de Carlos III, en Escocia, solo unos días antes de la muerte de Isabel II. Sus esperanzas de que todo volviera a la normalidad se esfumaron.
“Andrés siempre creyó que había un camino de regreso”, confirma una fuente, pero no será así ahora que su madre ya no está. Isabel II “siempre confió en la inocencia” de su hijo, tal y como reveló el biógrafo Robert Hardman en una entrevista reciente. De hecho, él trató de plantearle su regreso a la vida pública muchas veces. “En algunas ocasiones decía cosas levemente conciliatorias, pero la mayoría de las veces la Reina cambiaba de tema inmediatamente para evitar hablar de ello”, cuenta el Daily Mail.
“Por ingenuo que parezca, Andrés siempre tuvo la esperanza de recuperar su posición como miembro de la realeza”, continúan las informaciones. “En la reunión, Carlos le dijo que puede irse y tener una buena vida, pero que su vida pública como miembro de la realeza está llegando a su fin. Le dijo: Tienes que aceptarlo”.
Esto ha supuesto un duro golpe para el ya de por sí débil estado anímico del príncipe Andrés, a quien no sólo se le retiraron todos los títulos y patronazgos, también se le impide usar el tratamiento de Alteza Real. De hecho, en el funeral de Isabel II se le prohibió vestir traje militar. Tampoco formará parte del Consejo de Estado, mientras que sus otros hermanos sí parece que se incorporarán a tan importante labor.