El baño es parte esencial del cuidado de los perros, pero muchos dueños se preguntan con qué frecuencia deben hacerlo. La respuesta no es única: depende de factores como la raza, el tipo de pelaje, la edad, la salud de la piel y el estilo de vida del animal.
En términos generales, los expertos recomiendan bañar a los perros cada 4 a 6 semanas. Sin embargo, esta frecuencia puede variar: las razas con pelajes grasos, como los Cocker Spaniel, pueden necesitar baños más frecuentes, mientras que aquellas con pelajes más secos o lanudos, como el Husky Siberiano, requieren menos. Bañarlos demasiado seguido puede eliminar los aceites naturales de la piel, causando resequedad, irritaciones o incluso problemas dermatológicos.

Además, es clave usar shampoo especializado para perros, ya que el pH de su piel es distinto al de los humanos. El uso de jabones inadecuados puede alterar la barrera cutánea y generar alergias. El cepillado regular también ayuda a mantener el pelaje limpio, disminuyendo la necesidad de baños constantes.
En casos especiales, como perros con alergias o problemas de piel, el veterinario puede recomendar una rutina distinta. Lo más importante es observar a la mascota: si su pelaje huele mal, tiene suciedad visible o presenta caspa, quizá sea momento de un baño antes de lo planeado.
¿Según la American Kennel Club (AKC), la clave está en encontrar un equilibrio entre higiene y salud cutánea (AKC, “How Often Should You Bathe Your Dog?”). De igual forma, la American Veterinary Medical Association (AVMA) sugiere adaptar la frecuencia a cada perro según sus necesidades individuales.
