OpenAI, la compañía pionera detrás de herramientas como ChatGPT, ha dado un salto significativo en la creación de contenido multimedia con el reciente lanzamiento de Sora 2, su modelo avanzado de generación de video mediante inteligencia artificial. Este anuncio no solo presenta un sistema capaz de producir videos de gran realismo, sino que viene acompañado de una aplicación social propia, diseñada bajo la dinámica popular de plataformas como TikTok, lo que promete desatar una nueva ola de creatividad viral.
Sora 2 no se limita a generar imágenes en movimiento; el modelo integra ahora diálogos sincronizados, efectos de sonido y movimientos de objetos con una precisión física notablemente superior a sus predecesores, elementos que buscan hacer que el contenido generado por IA sea casi indistinguible del material filmado. La herramienta permite a los usuarios crear escenas complejas y narrativas coherentes simplemente a partir de una descripción de texto o una imagen inicial, abriendo las puertas de la producción audiovisual a un público masivo sin necesidad de equipos o software de edición profesional.
La aplicación complementaria, lanzada junto a Sora 2, busca capitalizar este potencial. Con un feed de videos verticales y funciones similares a las de TikTok o Instagram Reels, el verdadero factor diferencial es la característica de “cameo”. Esta función permite a los usuarios escanear su rostro y voz para insertarse, con un avatar hiperrealista, en cualquier escena generada por la IA, sea propia o de otros creadores, siempre y cuando se cuente con el consentimiento para el uso de la imagen. Esto convierte el consumo pasivo de videos en una experiencia interactiva y compartida.
Aunque la aplicación se lanzó inicialmente solo por invitación y para dispositivos iOS en Estados Unidos y Canadá, su rápida adopción y la promesa de videos hiperrealistas generados en segundos han posicionado a OpenAI como un competidor directo en el panorama de las redes sociales y la producción de medios digitales. La empresa ha incluido, además, importantes medidas de seguridad y bienestar digital, como marcas de agua visibles y metadatos C2PA para identificar el contenido de IA, así como controles parentales y límites en el uso de figuras públicas para intentar mitigar riesgos éticos y de desinformación.