Contábamos al hablar en detalle del entrenamiento de los astronautas que la NASA tiene una piscina con un total de 22,7 millones de litros para entrenar emulando condiciones de ausencia de gravedad, pero ni siquiera ese piscinón es tan profundo como Deepspot. Hablamos de la piscina más profunda del mundo, la cual es de hecho algo menos restrictiva que un centro de preparación para astronautas.
Aunque en cierto modo tampoco está hecha para todo el mundo, dado que esa profundidad es bastante extrema. Hablamos de 45 metros de profundidad, mirando de satisfacer a los buceadores que quieran practicar en condiciones exigentes sin tener que desplazarse mar a dentro y en un ambiente más controlado.
Deepspot tiene un nombre que no deja muchas dudas de que es: unas instalaciones ideadas para practicar buceo con la que de momento es la piscina más profunda del mundo, con esos 45 metros y 47 centímetros hasta llegar a su suelo desde la superficie. Son 8.000 metros cúbicos de agua, unas 20 veces lo que vemos en una piscina olímpica estándar de 25 metros.
Según explican, el proceso de construcción de Deepspot fue de dos años, con un costo estimado de 10,6 millones de dólares. Según explican desde Deepspot, dispone de un sistema especial de filtración 80 veces más grande que el de una piscina estándar, capaz de filtrar el agua cuatro veces en 24 horas.
La práctica de buceo en una piscina resulta algo más fácil que en mar, eliminando corrientes, mal tiempo y otros fenómenos que no podemos controlar. En este caso se asegura que los bañistas estén en un agua limpia y entre los 32-34 grados centígrados, bastante cálida. De hecho, presumen de ser “el único lugar para bucear en Polonia sin termoclina”. El diseño de la misma es bastante peculiar, porque no es un prisma en el que toda o casi toda la base llega a los 45 metros de profundidad. De hecho, a 20 metros encontramos una simulación de ruinas mayas y otras cinco cuevas para el entretenimiento de los buzos más expertos.
Por estos alicientes, el instructor de buceo Przemyslaw Kacprzak contaba a AFP que es como un jardín de infancia para los buzos, haciendo énfasis en lo divertido que puede ser zambullirse en ella y bucear por sus profundidades. De hecho, el entretenimiento puede ser para terceros, ya que sin mojarse un pelo los alojados en el hotel de la piscina podrán tener vistas a la misma como si de Oceanogràfic se tratase. Lo normal.
La piscina ha sido inaugurada recientemente y ha quitado el récord a Y-40 Deep Joy, en el Hotel Millepini, una piscina de 42 metros.
Deepspot puede ser una alternativa más segura que iniciarse en el turismo de museos submarinos, aunque no tenga mucho que ver una cosa con la otra. Lo que sí puede significar es un entorno más tranquilizador para iniciarse en esta actividad, que pese a no contar con una estadística elevada de accidentes existen ciertos riesgos debido a la presión a la que se somete el cuerpo humano al profundizar tanto (y a otros aspectos).
De momento podemos encontrar esta piscina de récord en Polonia y en su web podemos reservar una visita tanto si tenemos licencia de buceo como si no, al poder reservar clases de iniciación con un instructor, aunque quizás haya piscinas intermedias que sean más adecuadas para un primer contacto con esta actividad. Para alojarse en las habitaciones tienen que esperar sólo unos días, al 14 de diciembre. Así si pasan por Polonia podrán refugiarse del manto blanco que suele cubrir las ciudades del país en diciembre en un pasillo rodeados de miles de metros cúbicos de agua mientras los buzos practican.
El director del centro, Michal Braszczynski, explicó que además que para los buzos o el aprendizaje supone una instalación apta para el entrenamiento de bomberos y fuerzas armadas, del mismo modo que veíamos la piscina de la NASA para los astronautas. Aunque vaya, hablando de astronautas el récord mundial puede tener ya fecha de caducidad, porque como ya vimos hace un tiempo el primer centro de preparación para astronautas comercial está en marcha con apertura prevista para 2022 o 2023.