El mayor proveedor de carne del mundo se ha convertido en la víctima más reciente de un ciberataque, lo que representa una nueva amenaza para la seguridad alimentaria mundial, ya afectada por la pandemia de COVID-19.
JBS SA desactivó sus redes informáticas de Norteamérica y Australia después de un ataque organizado el domingo a algunos de sus servidores, dijo la compañía por correo electrónico. Sin comentar sobre las operaciones en sus plantas, JBS dijo que el incidente podría retrasar ciertas transacciones con clientes y proveedores.
El ataque afectó dos turnos y detuvo el procesamiento en una de las plantas empacadoras de carne más grandes de Canadá, mientras que la compañía canceló todas las faenas de res y cordero en Australia, informó el sitio web de la industria Beef Central. También se cancelaron algunos turnos de faena y fabricación en Estados Unidos.
El ciberataque afectó el lunes a una planta de carne de res canadiense ubicada en Brooks, Alberta. La planta corresponde a más de una cuarta parte de la capacidad de la nación y, según un anuncio de trabajo, procesa alrededor de 4.200 cabezas de ganado al día.
JBS, con sede en São Paulo, tiene plantas en 20 países. Australia y Nueva Zelanda representan el 4% de los ingresos de la empresa, mientras que EE.UU. representa el 50% y Canadá, el 3%, según datos de la empresa. La compañía también tiene operaciones en Sudamérica y Europa.
Los servidores de respaldo no se vieron afectados y la compañía está trabajando activamente para restaurar los sistemas lo antes posible, según un comunicado emitido el lunes por la operación estadounidense de JBS. El procesador dijo que no tiene conocimiento de que los datos de ningún cliente, proveedor o empleado se hayan visto comprometidos o mal utilizados.