Planetas, estrellas, galaxias e incluso cúmulos de galaxias: todo en el cosmos está girando. Incluso las mayores estructuras conocidas del universo, filamentos alargados entre cúmulos de galaxias, giran, según informa un equipo internacional de investigadores en la revista Nature Astronomy.
“De dónde procede el momento angular (magnitud física que representa la cantidad de movimiento de rotación de un objeto) en el marco cósmico es uno de los misterios sin resolver de la cosmología”, explica el equipo dirigido por Peng Wang, del Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam, Alemania.
En el Modelo Estándar actual, todas las estructuras cósmicas surgen de la lenta compresión de la materia originalmente distribuida de manera uniforme. Sin embargo, en el estado inicial tras el big bang no había movimientos de rotación.
El equipo estudió el movimiento de las galaxias en miles de filamentos. El resultado: las galaxias no se mueven al azar, sino que siguen un movimiento de rotación alrededor del eje de su filamento. Se trata de los mayores movimientos de rotación jamás detectados en el universo.
“Aunque se trata de finos cilindros de cientos de millones de años luz de longitud, pero solo de unos pocos millones de años luz de diámetro, estas fantásticas corrientes de materia están girando”, afirma el iniciador del proyecto, Noam Libeskind, del Instituto Leibniz.
Como muestran también las observaciones de los investigadores, cuanto más masivos son los cúmulos de galaxias en su extremo, más fuerte es la rotación de un filamento. Según los astrónomos, esto indica que los filamentos cósmicos no solo desempeñan un papel importante en la formación y evolución de las galaxias y los cúmulos de galaxias, sino que también influyen en los movimientos de rotación del universo.
Solo recientemente, las simulaciones por ordenador de la formación de grandes estructuras en el cosmos han aportado pruebas de la posible rotación de los filamentos. “Es fantástico ver la confirmación de que los filamentos intergalácticos giran tanto en el universo real como en las simulaciones por ordenador”, dijo Libeskind.