Hace casi una década, unos arqueólogos del centro de Israel descubrieron los restos fragmentarios de un cráneo de homínido muy extraño. Tras años de estudio, los investigadores revelaron el jueves su conclusión: Pertenecía a un tipo de humano arcaico hasta ahora desconocido.
El espécimen, bautizado como Homo Nesher Ramla en honor a la cantera de piedra caliza del centro de Israel donde fue encontrado, vivió hace entre 140.000 y 120.000 años. Podría ser uno de los últimos supervivientes de un grupo muy antiguo de homínidos prehistóricos, que podría ser ancestral al neandertal europeo, según afirman sus descubridores.
El descubrimiento, realizado por un equipo de investigadores israelíes e internacionales, ha sido portada de la revista Science de esta semana y se ha detallado en dos artículos, uno sobre el propio cráneo y otro sobre las masas de herramientas y huesos de animales desenterrados con él.
“Este fósil cambia muchos de nuestros puntos de vista sobre la evolución humana y, en concreto, sobre los neandertales, que se creían originarios de Europa y no de Oriente Medio”, afirma el profesor Israel Hershkovitz, antropólogo físico de la Universidad de Tel Aviv que dirigió el análisis del cráneo.
El cráneo parcial, que incluye la mayor parte de los huesos parietales y la mandíbula inferior, se encontró durante una excavación de rescate realizada en 2010-2011 en un yacimiento prehistórico descubierto en la cantera de piedra caliza utilizada por la fábrica de cemento Nesher. El yacimiento se encuentra a las afueras de la ciudad de Ramla, en el centro de Israel.