El área arqueológica de Pompeya anució que, a partir del 12 de agosto, uno de sus hallazgos arqueológicos más recientes podrá ser visitado. Se trata de un termopolio, un lugar donde se servía comida y bebida a los habitantes, que destaca por su “excepcional decoración” y los restos de alimentos que se encontraron en su interior.
La impresionante conservación que tiene el lugar permite apreciar imágenes de una ninfa marina a lomos de un hipocampo, así como animales que probablemente se preparaban y vendían en el mismo local.
Era costumbre de los pompeyanos consumir alimentos al aire libre, y los arqueólogos y expertos que trabajan en el parque arqueológico llevan meses estudiando el material para comprobar cómo este descubrimiento puede ampliar el conocimiento sobre los hábitos alimentarios de la época romana.
Entre los trabajos de conservación del termopolio, se ha realizado una nueva cubierta de madera para proteger el mostrador pintado, y se ha procedido a la remodelación del antiguo voladizo, sobre el que se ha colocado parte del pavimento original encontrado durante la excavación.