Los científicos de la NASA siguen con especial atención el último tramo del viaje del vehículo “Perseverance”, cuya llegada a Marte está prevista para el próximo jueves 18 de febrero. Entre otras razones, la gran expectativa generada se debe a que el rover está equipado para transmitir a la Tierra, por primera vez, los sonidos del planeta rojo.
La misión también se encargará de recopilar imágenes y muestras de rocas, de acuerdo a la información difundida por el sitio web en español lanasa.net. En cuanto a los ruidos del ambiente marciano, entre otros podrán escucharse los soplidos de los poderosos vientos que suelen registrarse allí.
De todas maneras, las formas sonoras son diferentes a las conocidas en la Tierra, cuya atmósfera en la superficie es 1 por ciento menos densa que en Marte y tiene una composición diferente. Esas características afectan la emisión y la propagación de los sonidos.
Los especialistas analizaron las diferencias sutiles que registrarían, en los dos escenarios, el canto de los pájaros, el pitido de un camión mientras se desplaza marcha atrás, el timbre de una bicicleta y distintas melodías musicales.
Los sonidos naturales de Marte serán captados por un micrófono instalado en el instrumento SuperCam, en la parte superior del mástil del vehículo espacial. También podrá grabar el audio del láser de “Perseverance” cuando golpee las piedras para poder detectar sus propiedades.
“Es impresionante toda la información que podemos obtener con un instrumento tan simple como un micrófono en Marte”, expresó Baptiste Chide, doctor en Planetología del Instituto Superior de la Aeronáutica y el Espacio de Francia e investigador posdoctoral en Ciencia Planetaria del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, con sede en La Cañada Flintridge, California, Estados Unidos.
Un segundo micrófono experimental colocado a bordo del rover se ocupará de la grabación de sonidos durante la entrada, el descenso y el aterrizaje en Marte. Esa secuencia abarca los sonidos de los dispositivos pirotécnicos que se disparan para soltar el paracaídas, las ruedas crujiendo sobre el suelo y el rugido de los motores.
Dave Gruel, gerente de Operaciones de Ensamblaje, Pruebas y Lanzamiento de Mars 2020, señaló que una rejilla fue ajustada en un extremo del micrófono para protegerlo de la posibilidad de llenarse de polvo marciano.