Un contagio anterior de COVID protege mejor a los pacientes de nuevas infecciones, pero la vacunación sigue siendo la mejor forma de prevenir los síntomas más graves de la enfermedad, reveló un estudio publicado este miércoles por la CDC.
Los hallazgos, con base en datos recopilados en California y Nueva York, revelaron que un contagio previo proveyó mayor protección a nuevas infecciones, que las vacunas, durante las oleadas de diagnósticos positivos por la variante delta desde verano del año pasado.
Los resultados de la investigación, publicadas como parte del informe semanal de los CDC, parecen llevar la contraria al mensaje general de las autoridades gubernamentales y sanitarias sobre la importancia de la vacunación. Pero no es así.
Expertos coinciden en que la inmunización sigue siendo la mejor manera de controlar los síntomas más graves de COVID y evitar un mayor riesgo de hospitalizaciones y muertes.
“Las vacunas siguen reduciendo el riesgo de que una persona contraiga el virus que causa la COVID-19 y son muy eficaces para prevenir la enfermedad grave”, dijo Benjamin Silk, epidemiólogo y uno de los autores del estudio.
Otros como el inmunólogo E. John Wherry, de la Universidad de Pennsylvania, pidieron cautela al analizar los resultados para no tomarlos como puerta abierta para no prevenir el contagio.
“El mensaje fundamental es que a partir de la infección sintomática por COVID se genera cierta inmunidad”, planteó Wherry. “Pero sigue siendo mucho más seguro obtener la inmunidad a partir de la vacunación que de la infección”, puntualizó.
Christine Petersen, epidemióloga de la Universidad de Iowa, argumentó por su parte sobre la probabilidad de que una vacuna desarrollada contra una forma anterior del coronavirus sea cada vez menos eficaz contra las nuevas variantes o cepas.
Cabe señalar además que los resultados no pueden aplicarse a la actual oleada de casos por la variante Ómicrón.