Dos nuevos estudios sobre el coronavirus podrían disipar las dudas de cuánto dura la inmunidad a la enfermedad. Los resultados muestran que quienes ya se han enfermado y además han sido vacunados podrían desarrollar una inmunidad de muchos años, incluso permanente, como ocurre con otras vacunas.
Los trabajos, uno de ellos publicado el pasado lunes en la revista Nature, analizaron a personas que habían estado expuestas al SARS-CoV2 hace un año y observaron la existencia de células que conservan una memoria del virus, en concreto las de la médula ósea. Esas células pueden producir anticuerpos cuando el organismo los necesite.
Según la publicación, la mayoría de las personas que se ha recuperado del covid-19 y que luego fueron vacunadas no necesitarán refuerzos. Sin embargo, quienes nunca se infectaron y han sido inmunizados probablemente necesitarán las vacunas de refuerzo, al igual que una minoría que se infectó pero no produjo una respuesta inmune sólida.
El otro estudio, publicado en BioRxiv, un sitio de investigación biológica, encontró que estas llamadas células B de memoria continúan madurando y fortaleciéndose durante al menos 12 meses después de la infección inicial.