El futbolista argentino ha lanzado ‘The Messiverse’, una colección de basada en la tecnología NFT a cargo del artista y diseñador BossLogic que repasa algunos hitos de su carrera.
En abril de este año el mundo del arte vivió un auténtico terremoto del que todavía no se ha recuperado. De hecho, todavía no ha podido sacudirse la perplejidad después de que Christie’s subastara un collage digital por la nada despreciable cantidad de 69.3 millones de dólares (57 millones de euros), el tercer precio más alto logrado en subasta por un artista vivo, tras Jeff Koons y David Hockney.
‘Everydays: The First 5000 Days’, así se llama la obra en cuestión creada por Beeple, es un NFT (non-fungible tokens), es decir, una pieza digital -imagen, vídeo, texto o código- autentificada mediante la tecnología blockchain, un registro que sirve de garantía para criptodivisas como Bitcoin, Bitcoin Cash o Ethereum.
Pero lo cierto es que se ha convertido en una tendencia que tiene cada vez más adeptos. Y Leo Messi no podía permanecer ajeno a otra manera de convertir en oro todo lo que toca. Tras su sorprendente salida del FC Barcelona y su aterrizaje en París, el astro argentino ha lanzado ‘The Messiverse’ una colección de basada en la tecnología NFT obra del artista y diseñador BossLogic que repasa algunos hitos de su carrera y cuya acogida está siendo excelente.
No en vano, la colección ha salido a la venta en la plataforma Ethernity Chain y algunos de sus componentes, de tintes futuristas, se han agotado en apenas unas horas. Destaca una subasta que está todavía en marcha sobre una pieza única (The Golden One) cuyo valor ya supera con creces el millón de dólares.
“Estos NFT son piezas únicas de arte digital que permanecerán para siempre en la blockchain y te permitirán entrar al ‘Messiverse’. Asegúrate de estar listo para conseguir el tuyo”, compartía Messi en sus perfiles sociales.
No hay duda de que cada vez existe más interés sobre una tecnología que no se puede ‘hackear’, cuyo registro de movimientos de compraventa está perfectamente documentado y que certifica de forma segura la propiedad de la obra. Otra cosa es si debe o no considerarse arte a la altura de otro tipo de manifestaciones artísticas de tintes más clásicos. Pero las obras virtuales han llegado para quedarse. Y Messi ya ha quedado inmortalizado, una vez más, para la historia.