El avistamiento en días recientes de un agutí, un enorme roedor endémico de América del Sur, Central y de algunas islas del Caribe, en una zona de Carolina causó un pequeño revuelo en las redes sociales tras la publicación de un video en Instagram.
Las personas que comentaron sobre el video se mostraron impresionadas por el tamaño del mamífero, que pertenece a la familia Dasyprocta, y, según la persona que compartió el pietaje, al parecer existen varios ejemplares en el sector Barraza de Carolina.
Aunque el agutí no es un animal endémico de Puerto Rico, el hábitat natural del roedor son las selvas tropicales, razón por la que se han adaptado a vivir en los bosques y montes de la isla, en especial si son entornos con poca o ninguna alteración de mano de los seres humanos. Por lo general, suelen vivir en partes de México, Brasil, Colombia y en las zonas norte y central de América del Sur, aunque también se han encontrado ejemplares en Argentina.
El agutí común suele medir entre 1.5 a sobre dos pies de largo, puede alcanzar una estatura de poco más de un pie y puede pesar hasta 11 libras. Pese a su enorme tamaño, en comparación con las ratas y los güimos, el agutí es un roedor ágil, capaz de alcanzar velocidades impresionantes cuando se siente amenazado.
Sin embargo, los agutíes, por naturaleza, suelen ser tímidos y mansos, y solo se alimentan de frutas, semillas y algunas flores. También pueden ser domesticados desde temprana edad. Una costumbre de los agutíes es la de enterrar semillas como una especie de sistema de reserva cuando escasea la comida. No obstante, a veces pueden olvidar dónde enterraron las semillas, por lo que el agutí contribuye, indirectamente, a la reforestación de plantas y árboles.
Sus patas anteriores tienen cuatro dedos que le permiten escarbar, manipular la comida y recoger hojas y pequeñas ramas para tapar las entradas de sus madrigueras, que pueden alcanzar una profundidad de hasta dos pies y consistir de varias recámaras de hasta dos pies de extensión.
Su velocidad, y la capacidad para dar grandes saltos, provienen de sus fuertes patas traseras, más largas que sus patas anteriores. Precisamente, el agutí suele comer sentado, tanto para permanecer atento ante la aparición de depredadores como para arrancar a correr si percibe una amenaza inminente.
El agutí es un mamífero sumamente activo durante la mañana y tarde, y pasan las noches en sus madrigueras. Sin embargo, cuando detectan la presencia de seres humanos o de otros animales, suelen modificar sus hábitos para evitar tener contacto.
Varias especies de agutíes se encuentran en peligro de extinción, pues es cazado por su pelaje, y también se ha visto amenazado por el cambio climático y la constante reducción de selva por proyectos de construcción.
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