En un encuentro que parecía cuesta arriba, el FC Barcelona supo reponerse de una primera mitad complicada para llevarse los tres puntos en los instantes finales del partido. El conjunto local, el Levante, había planteado un partido muy serio, logrando irse al descanso con una ventaja de 2-0 que hacía soñar a sus aficionados. El primer tanto llegó a los 15 minutos por medio de Iván Romero, quien aprovechó una buena jugada colectiva. Cerca del final del primer tiempo, Morales, desde el punto de penalti (45’+7′), amplió la diferencia para los locales.
Sin embargo, la segunda parte mostró una cara completamente distinta del equipo catalán. Con una determinación renovada, el Barcelona salió al campo y en pocos minutos cambió el rumbo del partido. Pedri acortó distancias en el minuto 49 con un potente disparo. La reacción no se detuvo y, apenas tres minutos después, Ferran Torres igualó el marcador (52′), devolviendo la esperanza a los azulgranas.
Cuando el empate parecía el resultado definitivo, una jugada en el tiempo de añadido (90’+1′) sentenció el encuentro. Un centro peligroso al área del Levante fue desviado por el defensor Elgezabal hacia su propia portería, decretando el 2-3 final. Esta victoria agónica resalta la contundencia y el espíritu de lucha del Barcelona, que no baja los brazos y se mantiene firme en la competición.