El Fútbol Club Barcelona y su afición tienen marcada en rojo la fecha del 22 de noviembre, día en que el equipo debería recibir al Athletic Club en el Spotify Camp Nou. Este encuentro se perfila como el primer partido oficial en el estadio remodelado, tras un largo periodo jugando en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Sin embargo, la posibilidad de contar con un aforo ampliado para esta cita clave se encuentra en un punto de incertidumbre.
Inicialmente, el Ayuntamiento de Barcelona concedió la licencia de primera ocupación para la Fase 1A, que permitiría el regreso con una capacidad limitada a 27.000 espectadores ubicados en Tribuna y Gol Sur. No obstante, el club ha manifestado su intención de esperar para reabrir el campo con una capacidad mayor, la correspondiente a la Fase 1B, que elevaría el aforo a unos 45.000 espectadores al incluir el Lateral.
Diversos reportes indican que la obtención de esta licencia de ocupación 1B era esperada antes del 15 de noviembre, lo cual daría el visto bueno para el aforo de 45.000 personas en el partido contra el Athletic Club. A pesar de esto, fuentes recientes sugieren que el club aún no ha obtenido la aprobación final del consistorio para reabrir el estadio con la capacidad ampliada para el 22 de noviembre. La seguridad y la finalización de las infraestructuras provisionales son factores determinantes que deben ser verificados por las autoridades antes de dar luz verde a cualquier incremento de aforo.
El presidente Joan Laporta ha expresado que el objetivo es que el primer partido oficial en el Camp Nou sea el 22 o el 29 de noviembre. Si la licencia para 45.000 asientos no se aprueba a tiempo para el encuentro contra el Athletic Club, la reaparición del equipo en su feudo podría posponerse o, en su defecto, el partido se jugaría con un aforo muy reducido o incluso se mantendría en el Estadio Olímpico Lluís Companys, si la reapertura no es posible en las condiciones deseadas.

