La CONCACAF ha revelado hoy su once ideal de los cuartos de final de la Copa Oro 2025, con los resultados positivos obtenidos , la representación guatemalteca es histórica y destacada con la inclusión de tres futbolistas de la Selección Nacional: Óscar Santis, Rubio Rubín y Aaron Herrera. La imagen oficial distribuida por la CONCACAF no deja lugar a dudas, mostrando a estos talentos chapines junto a lo más selecto del continente.
La imagen “BEST XI” de CONCACAF, publicada en redes sociales, posiciona a Rubio Rubín como el referente ofensivo principal en la punta del ataque, confirmando su rol vital y su capacidad goleadora que lo ha caracterizado en el torneo. A su lado, en las bandas, brilla la habilidad de Óscar Santis, quien ha demostrado ser un desequilibrante por los costados, aportando velocidad y visión de juego al ataque guatemalteco. En la defensa, en la posición de lateral o central derecho, figura Aaron Herrera, cuya solidez y proyección han sido fundamentales para la retaguardia de la Bicolor.
Este reconocimiento sin precedentes es un testimonio contundente del excepcional rendimiento y la tenacidad que ha demostrado la Bicolor en el torneo. La presencia de Santis, Rubín y Herrera en un equipo estelar, compuesto por figuras de la talla de Alexis Vega y Marcel Ruiz de México, o Diego Luna y Malik Tillman de Estados Unidos en el medio campo, no solo subraya su talento individual, sino que también valida el gran momento que vive el fútbol guatemalteco. Es un honor inmenso para estos atletas y un claro indicador del progreso y la ambición de un equipo que sigue dejando una huella importante en la competencia.
La euforia por esta noticia se mezcla con la alta expectativa del crucial encuentro que la Selección de Guatemala enfrentará hoy mismo, miércoles, donde se jugará su pase a las semifinales contra el poderoso equipo de Estados Unidos. La inclusión de estos tres pilares en el once ideal llega como una inyección de confianza y motivación justo antes de este decisivo choque, que definirá el destino de la Azul y Blanco en el torneo.
Este logro es un hito que inspira a una nación y reafirma que el fútbol guatemalteco está listo para competir al más alto nivel en CONCACAF.