El mundo del fútbol aún procesa la dolorosa y repentina pérdida de Diogo Jota, delantero del Liverpool, y su hermano André Silva, quienes fallecieron en un lamentable accidente automovilístico. Sin embargo, en medio del pesar que embarga a la comunidad deportiva, una controversia ha emergido, captando la atención y generando un intenso debate: la ausencia de Luis Díaz, compañero de equipo de Jota en el Liverpool, en las honras fúnebres celebradas en Portugal.
La noticia de que el talentoso extremo colombiano no acudió al funeral, a la par que circulaban imágenes suyas participando en eventos con influenciadores en Barranquilla, ha desatado una oleada de críticas y cuestionamientos en redes sociales y medios deportivos internacionales. Fanáticos y analistas han puesto en tela de juicio la “falta de empatía” y “sensibilidad” de Díaz, máxime considerando el estrecho vínculo que forjó con Jota, quien le brindó un apoyo incondicional durante el secuestro de su padre en 2023.
De hecho, Jota fue uno de los futbolistas que públicamente expresó su solidaridad y pidió por la liberación del progenitor de Díaz, un gesto que el propio colombiano siempre reconoció como trascendental.
Aunque Luis Díaz publicó un emotivo mensaje en sus redes sociales lamentando la partida de Jota y destacando su calidad humana, para una parte significativa de la opinión pública, estas palabras no bastan para justificar la ausencia física en un momento de tan profunda aflicción. “Hay gestos que uno nunca olvida, y Diogo tuvo uno conmigo que me acompañará toda la vida.
Mi abrazo está con Rute, sus tres hijos y su familia. Descansen en paz, Diogo y André”, escribió el atacante, evidenciando el dolor. No obstante, la opinión generalizada se ha volcado en su contra, comparando su actitud con la de otros compañeros del Liverpool que sí estuvieron presentes. Incluso la ausencia de Cristiano Ronaldo fue señalada, aunque en su caso, fuentes cercanas indicaron que buscaba no desviar la atención mediática del propio funeral, una explicación que no ha convencido a muchos en el caso de Díaz, quien se encontraba en su país natal.
La controversia, que ha puesto en entredicho la imagen pública de Luis Díaz, plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la vida personal y los compromisos profesionales y sociales de los futbolistas de élite. Mientras el Liverpool y la familia de Diogo Jota afrontan el duelo, la ausencia de Díaz sigue siendo un tema de debate candente, recordándonos que, en la era de la información, cada gesto es escrutado y cada decisión, juzgada por una audiencia global.