Carlos Villagrán dijo que fue por solidaridad con él, aunque su nieto aseguró que la razón detrás de la salida de don Ramón de El chavo del 8 fue porque no le gustaban los conflictos.
La versión de Ramón Valdés nunca la supimos, y es que apenas existen entrevistas con el actor, fallecido el 9 de agosto de 1988, a los 64 años.
Hace algunos años cobró fuerza la entrevista que el actor, en su papel de don Ramón, dio en 1982 a la televisión chilena, pero -hábilmente- evitó hablar de cualquier tema espinoso y prefirió hacer bromas con el público, compartir consejos de seducción y, por supuesto, mostrar su irascible carácter ante cualquier provocación y arrojar con furia su sombrero al piso.
Y es que a diferencia de su personaje de don Ramón, quien estaba dispuesto a pelear, gritar y lanzar golpes contra quien se le pusiera enfrente (excepto, por supuesto, del señor Barriga, de quien siempre huía para no pagarle la renta), en la vida real, a Ramón Valdés le disgustaban los conflictos, y esa habría sido la razón de su salida de El chavo del 8.
Miguel Valdés, nieto del actor, contó el año pasado en el canal chileno TVN que su abuelo prefirió estar lejos de un conflicto en el interior de El chavo del 8, y por eso, al notar que el ambiente en las grabaciones estaba enrarecido (basta recordar que María Antonieta de las Nieves nunca vio como amiga a Florinda Meza), optó por dejar la producción en pos de la paz.
“Sí hubo un tiempo en que la vecindad era una familia hermosa, se la pasaban increíble, se querían todos, todos aprendían de todos, y lamentablemente, cuando eso dejó de funcionar, (mi abuelo) dijo: ‘Con permiso, yo le voy al Necaxa’, y mejor se fue”, recordó Miguel.
El nieto de don Ramón hizo referencia a la frase que el personaje solía usar para zafarse de cualquier conflicto.
El personaje parecía hacer referencia a que él no era seguidor ni del América ni de las Chivas, los acérrimos rivales en el fútbol mexicano, y que cada partido entre ellos genera gran pasión y discusiones sobre cuál es el mejor.
Por ello prefería decir, ante cualquier indicio de batalla, “yo le voy al Necaxa”.
“Mi abuelo nunca quiso problemas”, aseguró Miguel Valdés en la misma entrevista. Según él, aunque el conflicto más sonado fue del Carlos Villagrán, Kiko, que en ese momento ya había abandonado El chavo del 8, no era el único.
“La presión que ya existía adentro fue suficiente para que él decidiera ya no estar en ese lugar. No se metía en los problemas, no le gustaban las confrontaciones, por eso decidió irse”.
Don Ramón salió del programa en 1979, ya en medio de rumores de conflictos por el poder que Florinda Meza había adquirido en la producción (ya era entonces pareja de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito) y por supuestos desacuerdos en su salario. En una entrevista de mayo de 2019 para el programa Hoy, Meza reconoció que nunca fue amiga de Valdés, pero –aseguró– porque él ya tenía su grupo de amistades y no había mucha convivencia fuera del foro de grabación.
Sin embargo, el actor volvió a la vecindad en 1981.
De aquel regreso existe una emotiva escena en la que don Ramón está de pie en el patio de la vecindad cuando sale a toda prisa la Chilindrina, su hija, que de pronto se detiene y lo mira incrédula, sin palabras.
El regreso de don Ramón al programa no siguió adelante porque el actor comenzó tener los problemas de salud que finalmente lo llevarían a la muerte, aunque antes se marchó para trabajar con Carlos Villagrán, uno de sus grandes amigos.