Tal vez pienses que todas las aves son pequeñas e inofensivas, pero no siempre es así. Los casuarios son enormes aves, parecidas a las avestruces, pero con las alas más pequeñas y la cara azul. Usualmente son solitarias y tímidas, pero si son provocadas se convierten en los pájaros más peligrosos del mundo.

Estas aves son nativas de Australia y Nueva Guinea. Pueden llegar a medir dos metros y pesan cerca de 80 kilos, haciéndolas los animales australianos más grandes.
Poseen unas patas con enormes garras, de casi 10 centímetros, que utilizan para defenderse. Cuando se sienten agredidas pueden patear hacia adelante y saltar casi 2 metros, por lo que sus garras pueden perforar a la víctima.
Es por ello que se recomienda nunca acercarse a ellas, ni siquiera para alimentarlas. Según un estudio de 2001, de 150 ataques a personas, el 75% se dieron después de que alguien les dio comida.

En esta categoría están animales que pueden causar daño a las personas y que necesitan ciertos tipos de jaula. Dentro de la clasificación también están los caimanes, coyotes, avestruces y ocelotes.
Uno de los últimos registros de una muerte causada por esta ave fue en 2019, cuando atacó a su cuidador en Florida. De acuerdo a lo que la policía del condado de Alachua le dijo a BBC, encontraron al señor gravemente herido y más tarde falleció.

Estos pájaros son miembros del grupo más primitivo de aves, el cual incluye a las avestruces, los kiwis y los emus. Estos últimos son sus parientes más cercanos.
Los casuarios están considerados en peligro de extinción. Sus mayores amenazas son la pérdida de hábitat y las actividades humanas, que los aísla en pequeños espacios, provocando que no puedan repoblar otras áreas.
