La cantante Rihanna ha retirado la demanda que interpuso tiempo atrás contra su padre, Ronald Fenty, solo unas semanas antes de la primera vista oral que ya estaba programada para dar comienzo al juicio.
La batalla judicial que iba a iniciar la intérprete también se extendía a la firma de representación que dirige su progenitor, Fenty Entertainment, acusada de haber explotado comercialmente el nombre de la diva y de haber incluso actuado en su nombre sin consentimiento alguno.
Se conoce que la compañía habría negociado la celebración de varios conciertos de la estrella del pop de forma fraudulenta, recibiendo en consecuencia unos 15 millones de dólares.
De acuerdo con los documentos que, en su momento, facilitaron los abogados de la intérprete al juzgado, la reputación de Rihanna se habría visto seriamente dañada entre los promotores de conciertos y demás agentes de la industria de la música después de que se acordaran ciertas actuaciones en Los Ángeles que jamás tendrían lugar, así como una gira mundial que nunca llegó a concebirse realmente.
Por si eso no fuera suficiente, el equipo legal de la vocalista barbadense quería cortar de raíz el uso ilegítimo de la marca Fenty, que ella tiene registrada para sus incursiones en el mundo de la moda, de cara a la construcción de una cadena de hoteles promovida por Ronald. Sin embargo, la oficina de patentes de Estados Unidos intervino rápidamente, y de oficio, para evitar que el progenitor de Rihanna se saliera con la suya.