Al igual que muchas otras estrellas de cine, Eiza González siempre trata de llevarse algo de cada set de rodaje en el que trabaja. De su nueva película, “Ambulance”, se quedó uno de los trajes de paramédico que utiliza su personaje y que acabó completamente cubierto de sangre, y también tiene guardada una camiseta ensangrentada de la película “I Care A Lot”.
El problema es que su empleada doméstica no tiene ni la más remota idea de a qué se dedica y se ha llevado más de un susto al encontrarse estos ‘recuerdos’ o los brazos falsos que Eiza utilizaba para aprender a poner vías mientras preparaba su último papel.
“Un día llegué de trabajar y me la encontré en el vestidor. Me dijo: ‘¿Qué hago con esto?’. Y me enseñó unos pantalones llenos de sangre. Se había quedado blanca. Y me preguntó si tenía que lavarlos”, ha revelado a su paso por el programa de Jimmy Kimmel. “Me siento muy mal. Carolina es una mujer encantadora que lleva mucho, mucho tiempo trabajando conmigo, y se encuentra trozos de cuerpos repartidos por toda la casa y la aterroriza”.
Eiza no se ha planteado explicar que en realidad es actriz porque le hace mucha gracia imaginar lo que debe pensar de ella: “Esta pobre mujer está aterrada porque probablemente crea que soy una asesina en serie porque no deja de encontrarse ropa manchada de sangre en mi casa”.