Una pareja de influencers, que recientemente había capturado la atención de millones en redes sociales con emotivos videos de pedida de mano que acumularon más de un millón de vistas, se vio envuelta en una masiva controversia tras publicar una solicitud particular para su próximo enlace matrimonial.
@katherinnoriega ¡Sí, acepto… MARCAS ALIADAS! 👰🏽♀️🤵🏻@andresdearmass Queremos que seas parte de nuestros aliados soñados, para una boda soñada y poder hacer ¡historia junto a tu marca! Invitamos abiertamente a floristerías, pastelerías, hoteles, empresas que alquilen mobiliario, producción, decoración, catering, licores, maquillaje y demás. A que se unan a nuestra boda con su negocio o emprendimiento. Boda + marcas + creatividad = una historia memorable por contar✨ #lachicaquepidelamano #pedidademanopolemica #polemica #paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii #marketingenfiestas #estrategiasdemarketing #ideasboda #bodasencartagena #mujerpidematrimonio #estrategiasdemarketing ♬ sonido original – katherinnoriega
Aprovechando la popularidad obtenida, la cuenta identificada como @katherinnoriega compartió un video en el que solicitaban abiertamente servicios de catering, meseros, licorerías y otros proveedores esenciales para la organización de su boda. La condición para acceder a estos servicios no era el pago monetario, sino la promesa de “colaboraciones”, es decir, promoción y visibilidad a través de sus plataformas digitales.
Esta petición generó una ola de reacciones negativas en la comunidad digital. Los comentarios no se hicieron esperar, y las redes sociales estallaron con críticas hacia la pareja. Muchos usuarios expresaron su desacuerdo y frustración, calificando la actitud de los influencers como “aprovechada” y “descarada”, argumentando que esperaban servicios gratuitos a cambio de una publicidad que, para muchos pequeños negocios, no justifica el costo de sus productos o mano de obra.
Ante la magnitud de la controversia, la pareja de influencers se vio forzada a salir al paso de las críticas. En un video aclaratorio, buscaron calmar las aguas explicando que, de hecho, ya contaban con varios proveedores para su boda, precisamente gracias a acuerdos de colaboración previos. No obstante, la polémica dejó en evidencia el creciente debate sobre los límites éticos y la percepción pública de las colaboraciones e intercambios en el mundo de los influencers.