Según una fuente cercana a la Princesa de Gales, Kate tiene su agenda vacía y es probable que no vuelva a aparecer públicamente durante un buen tiempo.
Casi nadie sabe nada sobre Kate Middleton. El hermetismo alrededor de la Princesa de Gales es total, y sólo su entorno más cercano están informados de la evolución de su estado de salud. Incluso su familia política, es decir, la Casa Real, está en un segundo plano.
Quienes no saben absolutamente nada son muchas de sus amigas, cuyos hijos van a clase con los de Kate y William, que, con el resto de la sociedad, observan con dudas y cierta intranquilidad el secretismo que rodea a la que está llamada a ser Reina de Inglaterra.
“No la he vuelto a ver desde el vídeo”, dice una madre del colegio al que asisten Jorge, Carlota y Luis; “todos nos sentimos muy protectores con ella, pregúntale a cualquiera en la escuela”, afirma.
Van cinco meses desde el diagnóstico de cáncer y no sólo no ha hecho ninguna aparición pública (con la excepción del vídeo que publicó el 22 de marzo en el que aclaraba que se iba a someter a una quimioterapia), sino que, por no saberse, no se sabe ni qué tipo de cáncer tiene, aunque sí ha trascendido que fue sometida a una cirugía de abdomen en enero.
“Lo más probable es que no vuelva a aparecer en lo que queda de año”, reconoce a The Daily Beast una fuente cercana a la princesa. “Su agenda está vacía, no tiene nada planeado. Volverá al trabajo cuando los médicos le den luz verde”, afirma. Además, algunos de sus amigos creen que no la volverán a ver “al menos hasta otoño, y sólo si se ha recuperado completamente”, de acuerdo con el Daily Mail.
Sin embargo, en Kensington Palace no se descarta un nuevo vídeo, en el caso de que resurjan las teorías sobre qué está pasando con ella: “Fue una forma muy efectiva de alejar a los conspiranoicos”.
Mientras tanto, ella sigue con la quimioterapia, con el apoyo incondicional de su marido, hijos, hermanos y padres. “La clave está en evitar cualquier tipo de estrés o ansiedad para centrarse en que se recupere”, afirma al Daily Beast un amigo del matrimonio.