Rebel Wilson dio un giro radical a su estilo de vida para comenzar una transformación física que le ha llevado a perder hasta 30 kilos por el momento y ponerse en forma como nunca antes lo había hecho.
El objetivo de la actriz australiana nunca fue ajustarse a los cánones de belleza de Hollywood para ampliar el abanico de papeles que le ofrecen, sino aumentar sus probabilidades de quedarse embarazada. Lo que más le sorprendió cuando anunció que quería hacer un cambio tan importante es que en un principio incluso su propio equipo se opuso a la idea por miedo a que le costara su carrera.
“Me preguntaron por qué quería hacer algo así, porque estaba ganando millones de dólares siendo la chica gorda y divertida”, ha reconocido en una entrevista.
Por suerte, la humorista no hizo caso a esas advertencias y comenzó lo que ella define como su Año de la Salud, que le ha hecho darse cuenta de que sus antiguos hábitos alimenticios no eran precisamente saludables porque comía para lidiar con sus emociones. En lo que respecta a su sueño de convertirse en madre, Rebel reconoce que se trata de un proceso largo y repleto de altibajos, en el que se ha llevado más de un disgusto, aunque aún no se plantea tirar la toalla.
“Yo soy el clásico ejemplo de mujer profesional que salió al mundo, ni siquiera pensó en tener hijos, y de repente, a mediados de los 30, se dijo: Oh, espera, ¿quiero tener esa opción? Y si la quiero, ¿qué tengo que hacer para lograrlo?”, ha confesado.