La madre que se lanzó a su muerte con su hijo de dos años en brazos en Petco Park, en California, buscó desde su celular maneras fáciles de suicidarse.
Christopher Browning, novio de la suicida, Raquel Wilkins, declaró que antes de lanzarse al vacío, la mujer le compró algodón dulce al pequeño.
Browning además relató que Wilkins, de 40 años, tomó una selfie familiar en el estadio de los Padres el pasado 25 de septiembre cuando los fanáticos llegaban para un juego. Poco después, se lanzó. Madre e hijo fueron declarados muertos en la acera.
Previo a que la mujer se lanzara desde los soportes superiores del espacio, Browning pensó que esta solo buscaba divisar paisajes hermosos.
Sin embargo, Wilkins lo miró con un “silencio inquietante como en una película” antes de precipitarse desde un banco a unos 82 pies de altura.
El hombre indicó que todo fue muy rápido y que quedó completamente impactado.
Browning decidió hablar ante las dudas planteadas por la familia de Wilkins de que se trató de un suicidio-asesinato, y luego de que el periódico obtuviera documentos relacionados con la pesquisa.
Tras una investigación a fondo de cuatro meses, la policía de San Diego cerró la misma bajo la referida conclusión.
La familia de Wilkins considera que las autoridades cerraron prematuramente las indagatorias y que establecieron una causa de muerte a pesar de que supuestamente no hay evidencia de que el acto haya sido intencional.
El hombre sostuvo que el comportamiento paranoico y delirante de la madre crecieron los meses antes del hecho.
La investigación del caso arrojó que la mujer buscó en internet bajo términos como “suicidio fácil” y “maneras de suicidarse”. En otra instancia, esta le habría preguntado a Browning que por qué no los mataba a ambos. El día de la tragedia, Wilkins conversó con su pareja sobre desde que altura alguien necesitaba lanzarse para garantizar una muerte.