Se ha cumplido un año desde el trágico asesinato de Jorge Sebastián Pop Chocoj, el joven artista que cautivó a Guatemala y al mundo de la farándula como “Farruko Pop”. Su muerte, ocurrida en un suceso que conmocionó profundamente al país, dejó un vacío en el corazón de miles de seguidores. El 25 de mayo de 2024, el cuerpo sin vida de Jorge fue localizado en el patio de una vivienda en la conflictiva Colonia El Limón, Zona 18 de la Ciudad de Guatemala. La noticia impactó a la nación, pues Farruko Pop, originario del departamento de Alta Verapaz, había logrado ganarse el cariño del público con su carisma y su peculiar estilo musical.
Un Viaje de los Sueños a la Fama
La historia de Jorge Sebastián Pop es un relato de sueños y perseverancia. Quién no recuerda sus inicios, cuando viajó desde su natal Alta Verapaz hacia el centro de Cobán para audicionar en un almacén de trajes típicos. Esa audición, que se volvió viral, fue el trampolín que lo lanzó al estrellato.
A partir de ahí, su ascenso fue meteórico. Su talento y autenticidad lo llevaron a colaborar con artistas de talla mundial como el cantante mexicano Espinoza Paz. Produjo videos musicales en YouTube que acumularon millones de reproducciones y sus clips en redes sociales cosecharon miles de likes, construyendo una base de fans leal y apasionada. Su particular voz y sus ocurrencias lo hicieron un fenómeno digital y un símbolo de que los sueños pueden hacerse realidad, incluso desde los orígenes más humildes.
Un Final que Conmovió al País
El impacto de Farruko Pop no solo residió en su música, sino en la autenticidad de su historia y su origen. Su trágico y prematuro final conmovió a todo un país, que siguió con dolor su desaparición y posterior hallazgo. Jorge fue finalmente enterrado en su tierra natal, Alta Verapaz, en medio de un masivo adiós que reflejó el profundo cariño y la tristeza de sus seguidores. Su legado, aunque breve, dejó una huella imborrable, recordándonos el poder de la música para unir y la fragilidad de la vida.