En un mundo donde la dependencia de las importaciones de alimentos es la norma para la mayoría de los países, Guyana emerge como un caso de éxito excepcional. Las autoridades de esta nación sudamericana han confirmado que el país produce la totalidad de los alimentos que su población requiere, un logro notable en el panorama global actual.
Este hito no es producto de la casualidad, sino de una estrategia enfocada en el fortalecimiento de su sector agrícola. Guyana ha logrado satisfacer su demanda interna en productos clave como arroz, aves de corral, carne de res, pescado, huevos y una amplia variedad de frutas y verduras. Esta capacidad de autoabastecimiento no solo garantiza la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, sino que también fortalece su soberanía y reduce la vulnerabilidad ante las fluctuaciones de los mercados internacionales.
Si bien es un logro impresionante, es importante matizar que Guyana aún importa ciertos productos, como el trigo, que no se cultivan localmente debido a condiciones climáticas. Sin embargo, su capacidad para cubrir la totalidad de sus necesidades calóricas básicas con producción interna lo coloca en una posición única y envidiable. Este modelo de autosuficiencia convierte a Guyana en un ejemplo a seguir para otras naciones que buscan garantizar el acceso a los alimentos para su gente en un futuro cada vez más incierto.