En el universo de la belleza, no existe una única rutina que funcione para todos. La clave está en conocer tu tipo de piel y darle exactamente lo que necesita. Si tienes piel grasa, busca limpiadores en gel y sueros ligeros con niacinamida: controlan el exceso de sebo sin deshidratar.

La rutina no tiene que ser complicada; debe sentirse como un “ritual personal” que celebra tu piel. Porque al final, cuidar de ti mismo es también una forma de belleza.
Aquí te dejo 5 opciones distintas de cómo podrías aplicar tu rutina de skincare según tu tipo de piel:
Tu piel merece un ritual único: grasa, seca o sensible, siempre hay una rutina perfecta para ti.
1. Rutina para piel grasa (con tendencia a imperfecciones)
Objetivo: Controlar el sebo sin deshidratar la piel.
Mañana:
- Limpiador en gel con ácido salicílico.
- Tónico exfoliante suave con BHA (2-3 veces a la semana).
- Suero de niacinamida.
- Hidratante ligera tipo gel (con ácido hialurónico o aloe).
- Protector solar oil-free con acabado mate.
Noche:
- Doble limpieza (bálsamo + limpiador en gel).
- Tónico calmante o esencia hidratante.
- Tratamiento localizado con peróxido de benzoilo o ácido salicílico.
- Hidratante no comedogénico.
Tip extra:
Para la piel seca, los aliados son las texturas ricas: bálsamos de limpieza, cremas con ácido hialurónico y mantecas que devuelven elasticidad y confort. Y si tu piel es sensible, menos es más: opta por fórmulas minimalistas, sin fragancias, con ingredientes calmantes como avena o centella asiática. En todos los casos, hay dos pasos que son universales e infaltables: el protector solar diario y una buena hidratación.
2. Rutina para piel seca (sensación de tirantez y descamación)
Objetivo: Restaurar la barrera cutánea e hidratar en profundidad.
Mañana:
- Limpiador cremoso.
- Tónico hidratante con glicerina o pantenol.
- Suero con ácido hialurónico + ceramidas.
- Crema humectante rica.
- Protector solar con acabado luminoso (con ingredientes como escualano).
Noche:
- Limpieza suave (sin sulfatos).
- Suero con péptidos o niacinamida.
- Crema nutritiva (con manteca de karité o aceites naturales).
- (1-2 veces/semana) Mascarilla de noche o sleeping mask.
Tip extra: Aplica bruma hidratante entre capas para potenciar la absorción.
3. Rutina para piel mixta (zona T grasa y mejillas secas)
Objetivo: Balancear sin sobrehidratar ni resecar.
Mañana:
- Limpiador en espuma suave.
- Suero con niacinamida.
- Hidratante ligera en zona T, más rica en mejillas.
- SPF para piel sensible o mixta.
Noche:
- Doble limpieza si usé maquillaje.
- Tónico equilibrante.
- Suero exfoliante suave con AHA una vez por semana.
- Hidratante en gel + gotas de aceite facial en mejillas si están resecas.
Tip de extra: Utiliza parches de arcilla en la zona T si hay exceso de sebo, sin tocar las zonas secas.
4. Rutina para piel sensible (con rojeces o reacciones frecuentes)
Objetivo: Calmar y reforzar la barrera cutánea.
Mañana:
- Limpiador ultrasuave (sin fragancia ni alcohol).
- Agua termal o bruma calmante.
- Suero con madecassoside o centella asiática.
- Crema hipoalergénica.
- Protector solar mineral (óxido de zinc o dióxido de titanio).
Noche:
- Limpieza solo con agua micelar si no hay maquillaje.
- Suero calmante.
- Bálsamo reparador tipo Cicaplast.
- Evito exfoliantes o retinoides en brotes activos.
Tip extra: Poner las cremas en la nevera ayuda a calmar más rápido la piel irritada.
5. Rutina minimalista para piel normal o para días de descanso
Objetivo: Mantener equilibrio y descanso cutáneo.
Mañana:
- Limpieza con agua o agua micelar.
- Suero ligero (antioxidante, como vitamina C).
- Hidratante básica.
- SPF.
Noche:
- Limpieza suave.
- Tónico hidratante.
- Una sola capa de crema ligera o aceite vegetal.
Tip extra: Un día a la semana dejo que la piel “respire” y reduzco los productos a solo limpieza + hidratación + SPF.