Si bien los científicos tienen una idea aproximada del tamaño y la forma de los brazos espirales de la Vía Láctea, dicen que ver la estructura completa de nuestra galaxia es un desafío, ya que la Tierra está dentro de ella.
“Es como estar parado en medio de Times Square y tratar de dibujar un mapa de la isla de Manhattan”, explican desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Por ello, detectar alguna nueva característica de la Vía Láctea se considera una hazaña en sí misma. Este es el caso de un hallazgo de los astrónomos del JPL, que arroja nueva luz sobre la estructura más fina de nuestra galaxia natal.
Los científicos del laboratorio de la NASA han encontrado una extraña ruptura en los brazos espirales de la Vía Láctea, que podría decirnos más sobre su historia galáctica. Esta disrupción, que consiste en una agrupación de estrellas jóvenes y regiones gaseosas, es descrita por el JPL como una astilla que sobresale de una tabla de madera.
El nuevo estudio se centró en una región cercana a uno de los brazos de la Vía Láctea, llamado “Brazo de Sagitario”, hogar de los famosos Pilares de la Creación, que forman parte de la nebulosa del Águila. Los datos combinados de Spitzer y Gaia mostraron que “Sagitario” está lleno de estrellas jóvenes que se mueven en el espacio, casi a la misma velocidad y dirección.
Michael Kuhn, autor principal del nuevo artículo, explicó que los modelos anteriores de la Vía Láctea hacían pensar que el devanado, medido por el ángulo de inclinación en comparación con un círculo perfecto a 0 grados, sugería previamente que “Sagitario” tenía un ángulo de inclinación de aproximadamente 12 grados. Las nuevas observaciones muestran que el ángulo de inclinación de “Sagitario” es de casi 60 grados. Sin embargo, aún no está claro por qué.