En muchas casas es común que, durante la noche, el refrigerador emita ruidos extraños que parecen más notorios que en el día. Esto ocurre principalmente porque, en un ambiente silencioso, percibimos con mayor claridad sonidos que normalmente pasan desapercibidos.
Los ruidos provienen del ciclo de enfriamiento: el compresor arranca y se detiene, el gas refrigerante circula por los tubos, y las paredes internas se expanden o contraen por los cambios de temperatura.

Además, el ventilador interno también puede generar zumbidos o crujidos intermitentes. Estos sonidos, aunque puedan parecer inquietantes, son normales y no suelen indicar una falla. Sin embargo, si los ruidos se vuelven muy intensos o constantes, podrían señalar un problema en el motor, los ventiladores o en la acumulación de hielo. En conclusión, escuchar al refrigerador “hablar” de noche no es motivo de alarma inmediata, sino una consecuencia natural de su funcionamiento.
Fuentes: Whirlpool [whirlpool.com] y Consumer Reports [consumerreports.org].