Lalachus nos trae una nueva historia para no dormir. En esta ocasión, tenemos que viajar al pasado, concretamente a Zaragoza el 27 de septiembre de 1934. Esa madrugada, ocurrió un extraño suceso paranormal en el número 2 de la calle Gascón de Gotor cuando los vecinos escucharon unas macabras carcajadas en el rellano de la escalera.
Para su sorpresa, cuando salieron de sus casas para averiguar quién había en la escalera no encontraron a nadie. El 15 de noviembre de ese mismo año, la siniestra voz volvió a manifestarse en el edificio, en esta ocasión a través de la hornilla de la cocina del segundo piso, dirigiéndose directamente a Pascuala Alcocer, sirvienta de los dueños de ese inmueble.
Fue en ese momento cuando los vecinos, aterrorizados, pusieron una denuncia a la policía y este caso se convirtió en la primera investigación oficial de un suceso paranormal en España.
La investigación contó con albañiles, fontaneros y electricistas que hicieron varias obras en el inmueble e incluso levantaron el suelo para averiguar de dónde procedían las voces del bautizado “duende de la hornilla”, aunque no encontraron ninguna explicación coherente.
También participaron médicos para investigar a los presuntos responsables de las voces, cuya principal acusada fue la propia sirvienta por su habilidad para la ventriloquia. Pero Pascuala fue declarada inocente al comprobar que, después de ser despedida, continuaban las voces en el edificio.
El 25 de noviembre Asunción Jiménez Álvarez, una conocida espiritista aragonesa, intentó contactar con el duende en una sesión de espiritismo en una casa del barrio de la Madalena que terminó con la muerte por colapso de la médium.