Al través del mundo se conoce sobre la historia del Triángulo de las Bermudas, aquella zona marítima del Océano Atlántico ubicada entre las islas de las Bermudas, Puerto Rico y Miami donde han desaparecido aviones y barcos. Sin embargo, en el estado más ubicado al norte de Estados Unidos, también existe una historia similar.
El Triángulo de Alaska es una área que conecta los tres puntos de las ciudades de Juneau, Barrow y Anchorage. Durante décadas, el triángulo se ha investigado y se ha hablado de él debido a múltiples desapariciones misteriosas.
Los bosques extensos, los picos de las montañas heladas y las tundras desoladas no son claramente los lugares más seguros del mundo, pero de los cientos de misiones de búsqueda y rescate que se llevan a cabo cada año, los agentes estatales rara vez encuentran rastros de cuerpos, vivos o muertos.
Desaparecido en Alaska
El Triángulo de Alaska recibió una atención generalizada por primera vez cuando el avión del líder de la mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Hale Boggs, desapareció en algún lugar entre Anchorage y Juneau en 1972. La desaparición desencadenó una de las operaciones de búsqueda y rescate más grandes del país, que involucró a 40 aviones militares, 50 aviones civiles, y 39 días de búsqueda en un área de 32,000 millas cuadradas. Sin embargo, la búsqueda no arrojó ni un ápice de resultados: no hubo escombros, escombros ni restos humanos. Nada.
Ese tampoco fue el único avión que se perdió: en 1950, una nave militar con 44 pasajeros había desaparecido sin dejar rastro; y un Cessna 340 que llevaba un piloto y cuatro pasajeros desaparecieron en 1990 y nunca más se supo de ellos. Las desapariciones sin dejar rastro son extrañamente típicas de los casos en la región, y los casos no son raros: desde 1988, más de 16,000 personas han desaparecido en el Triángulo de Alaska. Esto contribuye a la presentación anual de aproximadamente cuatro informes de personas desaparecidas por cada 1,000 personas en Alaska, más del doble del promedio nacional.
Pero, ¿cómo suceden estas desapariciones? Varios atribuyen al clima extremo que existe en esta parte del mundo, pero, las cifras estadísticas son tan grandes que esto no parecería ser una respuesta suficiente.
Una posible razón para la desaparición de los aviones es que el terreno los destruye por completo. En 1947, por ejemplo, el avión Lancastrian 3 de British South American Airways (BSAA) Star Dust desapareció en ruta desde Buenos Aires, Argentina a Santiago, Chile, y su destino fue desconocido durante más de 50 años. Dos escaladores argentinos encontraron los restos del avión mientras ascendían al monte Tupungato en 1998, y los investigadores concluyeron que esta aeronave probablemente se había estrellado contra un glaciar casi vertical, lo que provocó una avalancha que lo enterró en cuestión de minutos.
Aún así, parece poco probable que se hubieran producido avalanchas similares en todos los aviones que se perdieron sobre el Triángulo de Alaska.
Una explicación más fundamentada es que los hermosos glaciares de Alaska se han tragado a muchas de las personas y aviones desaparecidos. Aunque pueden parecer hielo sólido, los glaciares en realidad tienen “habitaciones” ocultas en forma de panal, y esas grietas pueden ser más grandes que las casas o incluso los edificios de oficinas. Junto con la nieve que cae del clima del norte, no sería raro que en el Triángulo de Alaska, las personas no se “esfuman”, si no que están debajo de la nieve. (I)