Los muñecos, popularizados como llaveros, han conquistado a usuarios de todas las edades. Estas singulares figuras —una mezcla entre elfo y conejo con un toque monstruoso— se han transformado en un fenómeno cultural y comercial que supera barreras generacionales y geográficas.
Su éxito viral ha despertado el interés de múltiples empresas, que buscan replicar su impacto en el mercado mediante imitaciones, muchas veces falsificadas, con la intención de competir en el saturado mundo de los juguetes.
La advertencia sobre los “Lafufus”

La advertencia abarca tanto los muñecos Lafufu como sus versiones en llaveros y accesorios para el cabello, ya que todos presentan un tamaño potencialmente peligroso y piezas pequeñas que pueden desprenderse con facilidad.
Esto eleva el riesgo de asfixia, especialmente en niños pequeños. Ante esta situación, la CPSC recomendó a las familias evitar la compra de estos productos falsificados y retirarlos de inmediato del alcance de los menores si ya los tienen en casa.