Brasil, nación reconocida por su profunda devoción religiosa y hogar del icónico Cristo Redentor en Río de Janeiro, ha inaugurado una nueva y monumental estatua que ha capturado la atención mundial. Se trata de una representación de la Virgen María que, con sus dimensiones, supera en altura al famoso monumento carioca.
Ubicada en la ciudad de Aparecida, en el estado de São Paulo, lugar de gran significado para los católicos brasileños por albergar el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida (patrona de Brasil), la estatua de la Virgen María, conocida como Nossa Senhora das Graças, se erige como una de las más grandes del mundo. Su construcción responde a un proyecto de años impulsado por la devoción local y la intención de crear un nuevo punto de peregrinación y turismo religioso.
La altura total de esta nueva imagen, incluyendo su pedestal, supera con creces los $38$ metros del Cristo Redentor. Esta obra no solo es un logro de ingeniería y un testimonio de fe, sino que también promete un impacto significativo en el desarrollo económico y turístico de la región. El Cristo Redentor, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, mantendrá su relevancia histórica y simbólica; sin embargo, esta nueva estatua establece un nuevo referente en términos de dimensiones.
La inauguración de la estatua se ha llevado a cabo con ceremonias religiosas y la presencia de autoridades, marcando un hito en la arquitectura religiosa contemporánea del país. Expertos señalan que Brasil continúa invirtiendo en obras que reflejan la fuerte identidad católica de gran parte de su población, asegurando que estos monumentos se conviertan en símbolos duraderos de la cultura y la espiritualidad brasileña. La magnitud de esta nueva Virgen la posiciona como un poderoso faro de fe visible desde múltiples puntos.

