Este 2025, el Día Mundial contra el Trabajo Infantil pone el foco en un hito crucial: la publicación de las Estimaciones y Tendencias Mundiales del Trabajo Infantil de 2025. Este informe, elaborado conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ofrece una visión actualizada del progreso en nuestros compromisos globales para erradicar el trabajo infantil. Su objetivo es claro: guiar los debates políticos y movilizar un compromiso y una inversión renovados para acabar con esta lacra.
En esta jornada, la OIT hace un llamado enfático a la plena ratificación del Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo y a la aplicación efectiva del Convenio núm. 182 .
Desafíos Persistentes y Avances Desiguales en la Lucha contra el Trabajo Infantil
A pesar de los esfuerzos, la batalla contra el trabajo infantil enfrenta desafíos importantes. Desde el año 2000, la prevalencia del trabajo infantil se ha reducido casi a la mitad, pasando de 246 millones a 138 millones en 2024. Sin embargo, este ritmo de progreso es alarmantemente lento. El mundo no ha logrado alcanzar el objetivo global de eliminar la explotación laboral infantil para 2025. Para erradicarlo en los próximos cinco años, las tasas actuales de progreso deberían ser 11 veces más rápidas.
Los datos más recientes muestran que, a pesar de un preocupante repunte entre 2016 y 2020, los avances continúan. El sector de la agricultura sigue siendo el principal empleador de niños, acaparando el 61% de todos los casos. Le siguen los servicios (27%), que incluyen el trabajo doméstico y la venta ambulante, y la industria (13%), con actividades como la minería y la manufactura.
La publicación de este informe en 2025 es un llamado a la acción ineludible. ¿Qué medidas concretas se implementarán para acelerar el ritmo y asegurar que la próxima generación de niños no sufra el flagelo del trabajo infantil?