Noche de sábado sangrienta en Estados Unidos. La epidemia de tiroteos masivos que se extiende en las últimas semanas por el país ha registrado 11 nuevos brotes en las últimas horas, que se han cobrado la vida de al menos 16 personas y dejado 61 heridos.
Los más graves han sucedido en Chattanooga, Tennessee y en Filadelfia, Pensilvania, donde un grupo de tiradores ha abierto fuego contra la multitud en una popular zona de ocio del centro de la ciudad; al menos tres personas han muerto y otras 12 han resultado heridas.
En la localidad de Tennessee, un confuso incidente a las puertas de un club nocturno ha acabado con el fallecimiento de tres personas, una de ellas, por atropello y con 12 heridos.
Ya ha habido 245 tiroteos masivos en lo que va de año en Estados Unidos. Además de los de Chattanooga y Filadelfia, solo este sábado, el día de la semana más fértil para este tipo de incidentes, también se han registrado sucesos así en: Summerton, Carolina del Sur; un muerto y siete heridos.
Mesa, Arizona; dos muertos y dos heridos, Phoenix también en Arizona; un muerto y ocho heridos, Macon, Georgia; un muerto y tres heridos, El Paso, Texas; ningún muerto y cinco heridos, Hempstead, Nueva York; un muerto y tres heridos, Grand Rapids, Míchigan; un muerto y tres heridos, Ecorse de nuevo en Míchigan; cuatro heridos y Saginaw otra vez Michigan; tres muertos y dos heridos.
La sangrienta noche de sábado llega tres días después de que cuatro personas murieran asesinadas por un tipo que irrumpió en el hospital Saint Francis en Tulsa, Oklahoma en busca del médico que lo había operado de la espalda, y que, al parecer, no había sido capaz de mitigarle el dolor de la intervención.