El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó este lunes una orden ejecutiva que establece que ninguna empresa de su estado puede pedir a sus empleados que se vacunen contra el covid-19, lo que supone un desafío al presidente estadounidense, Joe Biden.
Biden hace un mes anunció que su Gobierno planea obligar a la mayoría de los trabajadores de empresas privadas a vacunarse o presentar semanalmente resultados negativos de test de covid-19.
Aunque la medida aún está en desarrollo y no ha entrado en vigor, su anuncio desató la ira de líderes conservadores como Abott.
En respuesta, este lunes, Abott firmó una orden ejecutiva que prohíbe que cualquier entidad de Texas, incluidas empresas privadas, obligue a sus empleados a vacunarse.
Además, pidió al parlamento estatal, dominado por los republicanos, que apruebe una ley con ese mismo propósito.