En Nueva York, un entrenador panameño de caballos de carreras recibió una sentencia de cinco años de prisión por inyectar a estos animales sustancias ilegales con el fin de incrementar su rendimiento y así seguir ganando millones de dólares.
En el fallo emitido por la jueza Mary Kay Vyskocil, adscrita a la Corte Federal de Manhattan, se determinó que Jorge Navarro, un personaje reconocido en el mundo hípico por numerosas victorias en los circuitos estadounidenses, deberá pagar más de 25 millones de dólares en compensación a las víctimas, en este caso, los dueños de los caballos que perdieron en carreras en las que competían equinos de Navarro.
El panameño daba pastillas, inyectaba y pedía a veterinarios que suministraran sustancias no aprobadas por la FDA a los caballos, algunos de los cuales murieron tras varias carreras.
“Alguien que ama a los caballos no actúa de la forma en que usted actuó”, le dijo la juez Vyskocil a Navarro. “Yo creo que usted es un entrenador experto, pero creo que en un momento de su carrera se volvió avaricioso”.
Entre lágrimas y vestido en un traje gris oscuro, Navarro pidió perdón a la jueza durante la audiencia del viernes. En la sala también se oían los sollozos de su esposa, hijos y otros familiares. “Sólo me importaba ganar”, dijo. “No pensé en las consecuencias. Sólo deseo que pudiera ir atrás en el tiempo y cambiar a la persona en la que me convertí”.
Navarro se declaró culpable en agosto de un cargo de dopaje, en un caso que ha involucrado a otras 28 personas, incluidos veterinarios, asistentes de entrenadores y dueños de caballos. “Debería haberme retirado en lugar de hacer pasar a mi familia por esto”, siguió Navarro. “Iré a prisión y seré deportado a un país donde no tengo a nadie”.