El inspector de la Policía Nacional Civil (PNC) Mauricio Canahuí murió este viernes 7 de enero a consecuencia de un balazo que le acertaron pobladores de las aldeas Pachutiquim y Tzamnuyub, Nahualá, Sololá, que se oponían a que las fuerzas de seguridad efectuaran 65 allanamientos y ejecutarán cuatro órdenes de captura relacionadas con la masacre de 13 personas el 18 de diciembre recién pasado.
Canahuí era parte del contingente de las fuerzas especiales de la PNC que junto con fiscales del Ministerio Público (MP) llegaron a esas comunidades para efectuar las diligencias judiciales, pero fueron recibidos a balazos por pobladores que se ocultaban en casas y áreas montañosas.
Varios videos de los momentos de tensión que se vivieron en el área han sido publicados en redes sociales y en algunos de ellos se ven los últimos momentos de vida del Canahuí, a quien sus compañeros tratan de auxiliar en medio de las ráfagas de balas que llegaban desde diferentes flancos.
Una circular girada por las autoridades superiores de la PNC señala que los agentes fueron enviados a ese procedimiento desarmados, aparentemente como parte de los protocoles para ese tipo de diligencias; sin embargo, no se tomó en cuenta los antecedentes de violencia de esa zona, donde, según analistas, operan bandas de atracadores y del crimen organizado.
“Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero Mauricio Canahui (…), integrante de las Fuerzas Especiales”, informó a periodistas Jorge Aguilar, portavoz de la PNC, en un informe preliminar de los hechos.
Aguilar señaló que otros cuatro agentes policiales resultaron “heridos por proyectil de arma de fuego” y fueron llevados a hospitales cercanos.
El portavoz del Ejército, coronel Rubén Téllez, dijo que luego del ataque un jefe militar de la zona contactó a los pobladores tras confirmar que miembros de las fuerzas de seguridad fueron retenidos y actualmente se negocia su liberación. Horas después fueron liberados.
“Se encuentra tensa la situación, pero en calma”, reconoció Téllez.