En una serie de declaraciones que han generado amplio eco internacional, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha respondido a la reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de revocar su visa. El mandatario aseguró que, a pesar de la medida, puede ingresar a territorio estadounidense sin necesidad del documento, gracias a su doble nacionalidad.
La controversia surgió tras el discurso de Petro en Nueva York, donde instó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes que atenten contra la humanidad, lo que fue catalogado por el Departamento de Estado como una “incitación a la violencia”. Como consecuencia, se le retiró el visado. No obstante, el presidente colombiano explicó que su ciudadanía italiana le permite acogerse al Programa de Exención de Visa (ESTA), un sistema que autoriza el ingreso a Estados Unidos por turismo o negocios hasta por 90 días a ciudadanos de ciertos países, entre los que se encuentra Italia.
En este contexto, al ser consultado sobre una posible visita del expresidente Donald Trump a Colombia, Petro afirmó que sería bienvenido. Sin embargo, impuso una condición contundente: “pero no entrará ningún criminal de guerra”. Esta declaración establece una línea clara en la postura diplomática del Gobierno colombiano frente a figuras políticas internacionales y sus responsabilidades en conflictos globales. La afirmación subraya el compromiso de su administración con los derechos humanos y el derecho internacional, marcando un precedente en las relaciones bilaterales.