Las negociaciones, que parecían resueltas hace unos días, han llegado a un punto de no retorno que parece imposible de resolver y Leo Messi ya no firmara contrato con el Barca.
El argentino está, ahora mismo, más lejos de renovar por el Barcelona que nunca y Joan Laporta conoce y asume esta situación.
En cuanto esta decisión se concrete de forma oficial, el panorama del Barcelona cambia radicalmente. Las urgencias para liberar masa salarial son otras y la planificación del verano y de la próxima temporada pasa a ser casi un juego de niños, comparado con lo que iba a ser cuadrar el salario de Messi junto con el de una plantilla competitiva.
Sin embargo, las posibilidades de viabilidad del club, si rechazaba el acuerdo LaLiga Impulso con el fondo inversor Cvc eran limitadas, porque exigían depurar masa salarial de forma decisiva y eso dejaría muy tocada la plantilla. Aceptar LaLiga Impulso significaba el adiós definitivo a la Superliga.