Las calles mojadas, el tráfico impredecible y los charcos repentinos requieren atención redoblada. Como conductor responsable, he aprendido que tomar precauciones no es opcional: es la diferencia entre un viaje seguro y un accidente.
1️⃣ Reducir la velocidad
El pavimento mojado reduce el agarre de los neumáticos. Mantener una velocidad moderada permite reaccionar a tiempo ante frenadas o maniobras inesperadas.
2️⃣ Mantener distancia segura
El espacio entre vehículos debe ser mayor que en condiciones normales. Esto da tiempo suficiente para detenerse si el auto de adelante frena bruscamente.
3️⃣ Encender luces y limpiar parabrisas
La visibilidad disminuye drásticamente con la lluvia. Usar luces bajas y mantener los parabrisas limpios mejora la visibilidad propia y permite que otros conductores te vean.

4️⃣ Evitar charcos y zonas inundadas
Los charcos profundos pueden esconder baches o generar hidroplaneo. Pasar lentamente o esquivarlos reduce el riesgo de perder el control del vehículo.
5️⃣ Revisar neumáticos y frenos
Un neumático desgastado o frenos poco eficientes aumenta la probabilidad de accidentes. Antes de salir en lluvia, asegúrate de que ambos estén en condiciones óptimas.
Con estas medidas, conducir bajo la lluvia puede ser seguro, incluso en carreteras desafiantes de Guatemala. La clave está en la precaución y en anticiparse a los imprevistos.