Una nube aislada, más grande que la Vía Láctea, ha sido descubierta recientemente en una “tierra de nadie” para las galaxias por un equipo de investigadores de la Universidad de Alabama en Huntsville.
La llamada nube huérfana o solitaria está formada por gas caliente que alcanza temperaturas de entre 9.700 y 10.000 ºC, y tiene una masa total de 10.000 millones de veces la masa del sol, mayor que la de pequeñas galaxias. Se ubica en Abell 1367, cúmulo de galaxias en la constelación de Leo, a unos 300 millones de años luz de la Tierra, informó este miércoles por la institución educativa.
“Este es un descubrimiento emocionante y también sorprendente. Demuestra que siempre hay nuevas sorpresas en la astronomía, que es la más antigua de las ciencias naturales”, afirmó Ming Sun, profesor asociado de física y uno de los autores del estudio, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El científico detalló que la nube fue hallada por casualidad tras un análisis de los datos de XMM-Newton, observatorio espacial de rayos X de la Agencia Espacial Europea. Agregó que aunque se descubrió en un cúmulo de miles galaxias que están unidas por un tenue gas caliente, no está asociada a ninguna de ellas y “se encuentra en una tierra de no galaxias”.
Según el investigador, lo más probable es que la nube se haya originado en una gran galaxia desconocida de este cúmulo. “El gas de la nube se desprende por la presión del gas caliente del cúmulo, cuando la galaxia anfitriona se eleva en el gas caliente con una velocidad de 1.000-2.000 kilómetros por segundo”.
Se estima que la enorme nube ha sobrevivido durante cientos de millones de años después de ser retirada de su galaxia anfitriona. Los científicos creen que su campo magnético puede actuar para mantenerla unida suprimiendo las fuerzas inestables que, de otro modo, harían que se disipara.